miércoles, 5 de septiembre de 2012

La soldadera, Poesia revolucionaria

Vente mi Juana, vente conmigo,
que la campaña ya va a empezar,
serán tus ojos mi solo abrigo
y al enemigo sabré matar.

Mi Juana ¿no oyes a los clarines
cómo vibrantes tocan reunión?
De los caballos flotan las crines
y está en maitines mi corazón.

Voy con orgullo tras mi bandera
y te aseguro que he de triunfar,
si está repleta mi cartuchera,
mi soldadera me ha de animar.

Si me atraviesan en el combate
y muerto queda tu zapador,
recoge mi alma, busca el empate,
aunque te mate vil invasor.

Mas cuando el triunfo ya se decida
y haya ganado mi batallón,
busca mi cuerpo, bien de mi vida,
pon en mi herida tu corazón.

Mas si las balas, aunque certeras,
mi alma respetan, y mi valor,

te haré unas naguas o lo que quieras
con las banderas del invasor.

Y cuando el triunfo se determine,
después de todo te pienso hacer
unos aretes con sus medallas,
a ver si te hallas a tu placer.

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