jueves, 5 de mayo de 2011

Oda a Juarez

¡NO es a llorar a lo que el pueblo viene
Ante este semidios, genio esplendente!
Que en forma de cadáver está ausente.
Este pueblo magnánimo que tiene:
Patriótico furor republicano
No trata de gemir ante la ausencia
De un hombre ilustre que murió gigante
Cual Ínclito espartano;
De un sabio luchador, por cuya ciencia
Pudo decir Anáhuac ¡Adelante!
y seguir por la senda de la gloria,
Al solio de la paz y la bonanza,
y en el campo grandioso de la historia
Tomar el puesto que su nombre alcanza.


A Juárez no se llora, se venera,
Se le ama, es inmortal, vive en el pecho
De todo mexicano agradecido
Que por lema tuviera:
La razón, la justicia y el Derecho.


¿No habéis visto nacer en el Oriente
Ese luminoso sol de Primavera
De llama incandescente
Que con purpúrico fuego reverbera?
¿Le habéis visto subir resplandeciente
y en el zenit brillante culminar,
y perderse después en Occidente
Con fúlgido y rojizo luminar?
Pues bien, ese trabajo no fue vano
Le dio calor y vida al organismo,
Savia a la planta, madurez al grano
y luz al tenebroso oscurantismo.

***


Así inició el gigante,
Así el titán brilló
Así lavó su aurora culminante
Llegó al zenit y al fin desapareció.
Mas su tremenda lucha no fue vana
Vivificó con luz la inteligencia
Le dio vigor a la razón humana
y gravó la verdad en la conciencia...
...y recordar es justo
cuando se canta al héroe deslumbrante
que aniquiló al farsante
y a lo alumnos de Pinecusio
que fue la juventud la que primera
tomó las armas y formóse fuerte.
La que pagó altanera
Su saña y bravura con la muerte
y murieron también los soñadores.


***


¡Indio Juárez! Bienhechor de América
yo sé mis cantares no desdeñas
democrático rey del Nuevo Mundo
Hijo de Ixtlán, tu enseñas
A luchar como luchan los patriotas
Después de mil derrotas
Enderezas altiva tu cabeza
y no hay ni rey, ni majestad, ni alteza,
Que se atreva a mirarte frente a frente
Tu impávido coraje es elocuente.


Podrán la tempestad horrorizando
Con rugidos, con truenos y centellas
Asustar al piloto acobardado;
Pero nunca a Colón...
El buen vate que canta a las estrellas,
Temblará junto al bardo desterrado
De heroico corazón,

De esos poetas que arredran al verdugo
Que espantan al traidor;
De esos genios así, cual Víctor Rugo,
De numen y valor;
Esos son los que admiran tu grandeza
Que conocen tus hechos colosales;
No el servilismo infiel y la bajeza
De ignorantes y oscuros clericales.


***


Pueblo de Anáhuac atrevido y fiero
Indómito guerrero,
Si pudieses de Píndaro y Romero
Pulsar la lira de oro,
De mis cantos épicos trajera,
La ofrenda más hermosa,
y en ellos te dijera:
Que la enseña patriótica, gloriosa,
Ondeando en el zenit republicano
Puede dar en loor
De ese valiente sabio que por norma
Llevó siempre el deber
y sostuvo con su alma y su saber,
Las sacrosantas leyes de “Reforma”


***


Dicen, valiente pueblo que dormido
Yaces sobre la tierra, aletargado.
Y más tarde dirán que estás vencido
Si no sabes cumplir lo que has jurado
Si duermes, preciso es que despiertes
Y que vivas alerta
Porque viéndote débil, se hacen fuertes
Los traidores y vienen a tu puerta
Para robar tu fama y tus laureles
Para infamar tu nombre bendecido
Para insultar a los que fueron fieles
A ese titán dormido;

Mas no importa, tu fuerza prepotente
Aumentó reposando
y puedes levantar tu altiva frente
Al mundo presentando:
Los modernos soldados de la idea
Los nuevos defensores de tus lares,
Pues saldrán de los campos de pelea:
Otro Zarco, otro Lerdo, y otros “Juárez"

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