jueves, 21 de octubre de 2010

Poesía a la Expropiación petrolera

En el subsuelo bendito

de la linda tierra mía,

ha brotado un arroyito

valioso en economía.

Cuántos países quisieran

Esta riqueza infinita,

En las costas proliferan

Muy cerca de la arenita.

Es el petróleo divino

Que regaló el dictador,

a pueblos como el vecino

un ratero y hambreador.

Fueron gringos y holandeses

Alemanes y otros más,

Se enriquecieron con creces

Con el petróleo y el gas.

No les cobraban impuestos

Eran personas de honor

Con los nuestros deshonestos

Con los suyos lo mejor.

En mi Patria Mexicana

Brota como una canción,

Don Lázaro lo reclama

Ordena su expropiación.

Este dieciocho de marzo

Con orgullo y alegría;

¡Soy acero, no soy cuarzo!

¡Que viva la Patria mía!

Autor: Juan Gil Montiel.

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