martes, 23 de octubre de 2012

Cómo de dueles Guatemala, poesía a Guatemala

Le canto a tantos ideales nobles
y a tantas vidas dedicadas
al servicio de los otros hombres.

Yo te canto, mi Guatemala,
le canto a tu tierra fértil
de olores penetrantes,
trópico que se capta por los cinco sentidos,
a los jaguares y a los pumas de tus selvas
a las irupciones violentas de tus volcanes,
al embrujo de tus lagos,
a tus tormentas tropicales.

Le canto al rancho de paja,
al perro que ladra,
al cerco de alambre,
a los maizales campesinos.

Guatemala, eres fuerte
de piel antigua, estela maya,
calles empedradas,
acaranda en flor,
alameda de matilisguates.

Hueles a tela de indio,
a cántaro de barro,
a incienso, a coroso,
a serrín teñido para el Nacimiento
o alfombra de Semana Santa.

Déjame que te cante,
déjame que llore,
déjame que luche
por tu desarrollo,
por tu gente, por tu pueblo,
por mi pueblo.

Déjame que te sueñe a plenitud,
déjame que te llame “Marialinda Chulamar´´,
déjame que te sueñe
con justicia social, en paz,
trabajadora,
llena de progreso, de generosidad,
y de educación.

Pero cuando no te sueño,
me dueles, Guatemala:
me duele el estómago lombriciento
de tus niños,
el hambre de tus hombres
que no han probado sino maíz y fríjol,
la frivolidad torpe de tantos ricos
repletos de dinero, pero infelices.

Me duele, patria mía,
El hedor de tus borrachos,
el desenfreno de tus niños
que se sienten bestias,
que carecen de espíritu y de ideales,
que sólo aspiran a comer, dormir,
distraerse, engendrar hijos
y morir.

Ah, cuando me dueles, Guatemala,

Lloro y trabajo por ti.

Autor: Gonzalo Asturias.

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