martes, 23 de octubre de 2012

Poesía para el día del maestro

(Enrique Cisneros L.)

No cabe duda. Muchos de nosotros los maestros
Creímos que tan sólo se trataba de ir a marchas
Hacer guardias o dejar que las palabras
Reventaran en consignas. Pero no.
En estos días hemos comprendido
Que atrás de cada grito hay algo más,
Que nos ha hecho descubrir nuestra potencia
Paridora de esperanzas.

Ya no somos los mismos
Pues hemos aprendido que los honores a la patria
Son más que rituales vagos;
Que la bandera nacional
Es más que un lienzo de colores.
Hemos entendido que la patria
Se venera y se construye
Todos los días en la lucha cotidiana.

Comprendimos también que la historia
No son tan sólo fechas y héroes y batallas.
La historia la hacemos cada uno de nosotros
Ya sea como traidores o simplemente indiferentes
O como constructores de mañanas
Al escribir con versos de combate
En los renglones de combate.

La geografía es saber que los ríos
Y hasta los mares nacionales
Se secan cuando no lloramos al ritmo
Del dolor de nuestro pueblo
Y que las montañas y los valles palidecen
Cuando no sabemos regarla con la sangre del amante
Que muere sonriente besando a su querida patria.

Comprendimos que las matemáticas y la física
Y la Química y las ciencias todas pueden:
Servir para contar el sudor
Que se le usurpa al pueblo
O para hilvanar hidrógeno y oxígeno
Agua cristalina y pura
Para aquél que está ansioso de beber justicia.

El conocimiento todo es entonces
Fuerza de gravedad, potencia,
Reacciones en cadena
De un pueblo adormilado que se consume
En rabia e impotencia al ver que
Entre sus manos se le muere su adorada patria.

En síntesis comprendimos que luchar
No es tan sólo hacer un paro o una marcha
Luchar es soñar en mundos nuevos
Es una bella razón para vivir o morir
Como lo hicieron los héroes de los libros
Por esto de ahora en adelante
Muchos maestros ya no seremos los mismos.
Ahora cargaremos a los niños en la espalda
Y les enseñaremos a tomar el sol entre sus juegos
Les diremos que es posible lo imposible
Atreviéndonos a ser todos felices.
Así con nuestros alumnos -responsabilidad a cuestas-
Caminaremos entre balas espinas y poemas
Recuperándonos a nosotros mismos marcharemos
Por la tierra del juego y el amor eternos.
La lucha inmediata puede hacer un alto momentáneo
Pero lo que es cierto es que en esta clase de civismo
Muchos maestros hemos vuelto a nacer…
¡Ya no somos los mismos!

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