viernes, 5 de octubre de 2012

El Renco - Profr. Abraham Rivera Sandoval, Poesía al maestro

¿Qué si te quiero?

Remucho de plano que te respeto

Pos a todititos tu les das

La educación con empeño

Aquél año que llegaste; a la escuela de mi pueblo.

 

Te vi cara de curita, merólico o marrullero

Y aunque té vias arreglao o te vi cara de menso

Tu escuela sé “jue” llenando de hartos escuincles chimecos

Unos chicos y otros grandes, unos listos y otros mensos

Pero todos mugrosotes, todos con pelos regueltos.

Mocudos y fajaos, sin lápiz y sin cuadernos.

 

No se como te aguantaste tanto endino de mi pueblo:

Pues eran como demonios de malcreados y serperos

Nomás te estaba yo espiando sobre la tapia del templo

Pa’ ver que demonios ibas a hacer con tanto mocoso

Como si “jueras” su padre te lo llevaste al riachuelo

Les lavaste suavecito; cara, pies, manos y cuerpo…

Más “crioque” también les lavaste el alma de aquellos lelos.

 

Porque luego regresaron rebonitos y contentos

Té vi echarle harto pico, te fajaste rete recio;

Trabajaste noche y día tupiéndole como negro…

Les hacías hartos trabajos: payasos, toros, muñecos…

Les enseñaste las cuentas, las ciencias y el alfabeto.

 

También todos los alumnos contigo, retecontentos

Y al año, como navajas, estaban de puros leídos;

Poco a poquito tu mano. Al pie toditito tu empeño

Cambiaron aquella cara que presentaba mi pueblo

Antes no nos visitaban los señores del gobierno

Y ahora llegan personajes de Oaxaca y hasta México.

 

La culpa la tienes tú, pues el pueblo todo entero

Lo has cambiado toditito pa´que luzca como nuevo

Pero en esta ocasión, que dizque es día del maestro

Te han hecho mucho relajo allá donde estás viviendo

Te llevaron mañanitas, hasta flores y un montonero de gente

Dizque para abrazarte y hasta para darte un beso

Ya se acaban con tu fiesta, contigo está el pueblo entero,

Sólo yo, sólo yo, no me he arrimao, pos de plano té haigas el pelo,

Me da muina tu fiesta, me encorajina ver esto.

 

Siento a lo macho harta tierra, siento envidia, siento celos,

No he recibido la luz que tu trajiste a mi pueblo…

Por eso me caes re’ gordo, por eso, sólo por eso.

Ya que la maldita suerte me dejó de al tiro rengo

Mi suerte tan desgraciada, además quiso que yo fuera tuerto

Pa’ que te iba yo a seguir si me ibas a ser el feo.

Te ibas a burlar de mí para aumentar mi sufrimiento

Por eso me caes re’ gordo, por eso sólo por eso.

 

Un libro yo te robe pa’ ver si podía yo leerlo

Y a escondidas te escuché sobre la tapia del templo

Me he pasado como iguana, casi, casi un año entero;

Oyendo todas tus clases y tus cosas aprendiendo.

Como yo no tengo nada y además por ser muy feo

No he podido en este día estar contigo… maestro

Pero la verdad de Dios que hasta salud te deseo

Pues aunque te digo te odio: En verdad te estoy queriendo.

 

Todos te ofrecen canciones, yo mi silencio te ofrezco

Otros te dan porque tienen, yo no te doy por que no tengo

Pero cuando la verdad llegue a tu vida maestro…

O cuando todos te abandonen porque estás enfermo y viejo;

Yo llegaré junto a ti y me sentiré contento,

Pa’ poderte servir de algo en el amargo momento.

 

Cuando tu te quedes sólo sin amigos ni dinero,

Sin que se acuerden de ti, niños, hombres, ni gobierno,

Ojalá te pueda ver, ojalá te vea sonriendo,

Pa’ decirte que en la vida la gratitud es un templo

Y si mueres maestrito, ojalá que sea en mi pueblo

Sólo para cerrarte los ojos y llevarte al cementerio,

Que pa’ seguirte admirando no le hace que este rengo

Y pa’ llorar sobre ti… poco importa que este tuerto.

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